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Después de siete fallidos intentos de suicidio, William contrata a Leslie, un asesino a sueldo a punto de jubilarse, para que lleve a cabo la tarea. Tras hojear el catálogo de Leslie, “Tu muerte… a tu manera”, elige la opción “Rápida e indolora”, que no es exactamente la muerte heroica con la que siempre había soñado, pero es la única que puede permitirse. Una vez firmado el contrato tiene la muerte asegurada en una semana –o se le devuelve el dinero–, pero William finalmente descubre una razón para seguir con vida. Leslie no tiene inconveniente en cancelar el trabajo, pero Harvey, su nuevo jefe en el Gremio de Asesinos, considera que un contrato firmado es un compromiso de cumplimiento obligatorio. |