Es verano de 1957, y la Serie Mundial de Pequeñas Ligas se encuentra en pleno apogeo. Basado en una conmovedora historia real en la que un sacerdote y un antiguo jugador de grandes ligas profesionales sin un duro dirigen a un grupo de muchachos “descalzos” y desvalidos de Monterrey, Méjico, en su camino hacia el Campeonato que tiene lugar al otro lado de la frontera, en Estados Unidos. Tras topar con muchas adversidades, como la deportación y el racismo, estos chicos se aferran a lo único que han conocido hasta ahora, la fe, ganando 13 juegos directos y logrando el único JUEGO PERFECTO.